La ivermectina entre la irrelevancia y el peligro de autointoxicación en la COVID-19
Comentamos en el blog hermano Qui pro quo como este fármaco antiparasitario se había puesto de moda al inhibir la replicación del virus SARS-CoV-2 en modelos animales, pero a dosis extremadamente altas. Reducciones de hasta 5000 veces en la replicación viral a las 48 horas tras la infección, comentamos.
Las evidencias en humanos sin embargo se circunscribían a estudios pequeños, con distintas dosis y la utilización de otros tratamientos al mismo tiempo, lo que hizo al National Institutes of Health (NIH) americano de retirar la recomendación sobre la ivermectina en el tratamiento de la COVID-19, dejando la decisión de su utilización a los médicos y sus pacientes.
Esta decisión “neutra” (ni a favor ni en contra) de este importante organismo recibió la contestación de colectivos médicos dentro la “Front Line COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC)” pues según estos existirían suficientes evidencias que sustentan los efectos beneficiosos de la ivermectina en esta infección. En este sentido, señalaban que un metaanalisis ad hoc con ECA entre 100-500 pacientes apoyaría las recomendaciones sobre su uso en la COVID-19.
En este aspecto se ha publicado un nuevo estudio en JAMA (López-Medina et al), aleatorizado y sobreciego (ECA) realizado en Cali (Colombia) sobre los posibles beneficios clínicos de la ivermectina en el tratamiento de la COVID-19 en 476 individuos (edad media de 37 años -29-48-, 58% mujeres) con clínica leve y sintomatología de 7 días (en domicilio o en el hospital) entre julio y noviembre del 2020 y seguidos hasta el 21 de diciembre el año anterior.
El grupo fue aleatorizado a recibir ivermectina 300 μg/kg al día durante 5 días (n = 200) o placebo (n = 200).
El objetivo analizado fue la resolución de los síntomas dentro los 21 días siguientes.
Según éste el tiempo medio de resolución de los síntomas fue de 10 días (IQR 9-13) en el grupo de la ivermectina frente a los 12 días (IQR 9-13) del grupo placebo, o un hazard ratio (HR) para la resolución de los síntomas de 1,07 (IC 95% 0,87-1,32, p 0,53).
En el día 21 el 82% de los participantes del grupo de ivermectina y el 79% del grupo placebo resolvieron sus síntomas.
En cuanto al los efectos secundarios, se documentaron dolor de cabeza en el 52% (104) en el grupo de ivermectina y en el 56% (111) del grupo placebo. Y en los efectos graves se detectaron 4 pacientes con fallo multiorgánico (2 en cada grupo).
Las conclusiones siguen siendo poco claras, pues la utilización de este fármaco durante 5 días frente a placebo no mejoraron o acortaron los síntomas por la COVID-19.
Y es que en EEUU la US Food and Drug Administration (FDA) solo aprueba la ivermectina en el tratamiento de la oncocercosis y la estrogiloidiasis pero no en el tratamiento de infecciones víricas.
Abundando en ello, leemos que este organismo ha advertido sobre la utilización de este medicamento en el tratamiento o prevención de la infección por la COVID-19 pues ha hecho eco de casos de pacientes ingresados tras automedicarse con ivermectina para caballos, recordando que este organismo no tiene aprobada la indicacion en el tratamiento o prevención de la COVID-19 y que la utilización de ivermectina fabricado para animales solo está autorizado en éstos y que las dosis suelen muy superiores a las utilizadas en humanos.
La sobredosis es peligrosa pues produce nauseas, vómitos, diarrea, hipotensión, mareos, ataxia, convulsiones, e incluso conducir a la muerte. También advierten que puede interaccionar con los anticoagulantes orales.
Y es que las ansias por utilizar medicamentos milagrosos pueden tener malas consecuencias.
Marcia Frellick. FDA Warns Against Using Ivermectin to Treat COVID-19. Medscape March 08, 2021
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