Los sustitutivos de la sal alimentaria y la hipertensión
La restricción en el consumo de la sal como suplemento alimentario en el tratamiento de la hipertensión arterial (HTA) quedó relegado, o no se le está dado la importancia requerida hasta que en la actualidad estudios realizados con dietas hiposodicas tipo DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) como coadyuvante en el tratamiento de la HTA (aumento en el consumo de frutas, verduras y lácteos descremados...) se las relacionara con una menor morbimortalidad cardiovascular.
Algo que está cambiando, tras la última reunión de la American Heart Association (AHA) celebrada en Filadelfia (11 Noviembre) en la que se presentó el estudio Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA-SSBP), que fue publicado en JAMA a la vez por Deepak K et al, y del que ya hablamos.
Según éste la presión arterial (PA) se redujo entre las dietas con alto frente a las de bajo contenido de sodio en 8 mm Hg que no difirió según tuviera el individuo HTA o no, aunque fue superior en personas con diabetes (DM) (21%). Con este estudio se demostró que las dietas bajas en sodio reducen de manera rápida (una semana) sensible y significativa, y semejante a los fármacos antihipertensivos, la PA e independientemente de la existencia de HTA o de la medicación.
Hoy, sin embargo, hablamos de un asunto parejo, pero al mismo tiempo distinto, el de la sustitución de la sal por otro aditivo alimentario con bajo contenido en sodio, en la prevención de la HTA.
Se trata de un post hoc de estudio DECIDE-Salt (Am Heart J . 2020), un ensayo clínico aleatorizado (ECA) realizado en 48 residencias de personas mayores de China en 1.612 individuos (≥ 55 años) (1.230 hombres y 382 mujeres) en el que se evaluó el efecto de reducir de sodio en la dieta para reducir la PA reemplazando la sal con un sustituto de ésta. Inicialmente la intervención demostró que los sustitutos de la sal (con 62,5% de cloruro de sodio, 25% de cloruro de potasio y 12,5% de saborizantes) redujeron significativamente la PA sistólica (PAS)/diastólica (PAD) en 7,1/1,9 mm Hg en comparación con el grupo que ingirió sal.
Concluyen que en población mayor china institucionalizada con PA normal la sustitución de la sal en los alimentos por un sustituto pobre en sodio puede reducir la incidencia de HTA en un 40% sin aumentar los episodios de hipotensión. El problema que subyace es el riesgo de provocar hiperpotasemia en los pacientes en tratamiento por una enfermedad renal crónica.
Seguí Díaz M. La dieta sin sal y la hipertensión arterial. Es Diari. 27-11-2023: 32. https://www.menorca.info/