Los aGLP1 en el tratamiento del alcoholismo
Sobre los análogos del receptor del péptido-1 similar al glucagón (aGLP1) hemos hablado mucho en el blog Quiproquo y en el de la redGDPS; una familia de fármacos, de derivados incretínicos conocidos desde hace alrededor de 20 años, pero que se empezaron a prescribir a partir del 2016 con la irrupción del liraglutide a partir del estudio “Liraglutide Effect and Action in Diabetes: Evaluation of cardiovascular Outcome Results” (LEADER). Un estudio de no inferioridad cardiovascular (CV) a partir de los requerimientos de la US Food and Drug Administration (FDA).
Son unos fármacos que son capaces de aumentar la sensación de saciedad y con ello perder peso, de ahí su indicación en el tratamiento de la diabetes y de la obesidad. El más potente y utilizado de todos ellos es el semaglutide (SEMA) aprobado por la FDA en la DM2 por vía subcutánea semanal (Ozempic®), por vía oral diaria (Rybelsus®) y en la obesidad (Wegovy®), del que hemos hablado en muchas ocasiones.
Los aGLP1 actúan sobre receptores GLP1 se encuentran en el aparato digestivo pero también en otros tejidos de nuestro cuerpo como el cerebro, con lo que regularían el apetito y con ello la ingesta de alimentos y podrían tener alguna otra acción que es de la que hablaremos en este post. Así, estudios con modelos animales (roedores y monos) han demostrado que los aGLP-1, por su acción a nivel central no solo tendrían su acción sobre los alimentos, sino también sobre el consumo de ciertas sustancias adictivas como alcohol, nicotina, cocaína y anfetaminas. Así, se ha demostrado que la SEMA se une al núcleo accumbens del cerebro un área vinculada a la reacción de recompensa.
Hoy traemos aquí un pequeño estudio reciente, el primero en humanos, leemos, realizado con SEMA por Simmons et al (J Clin Psychiatry 2024) que valoró la acción de la SEMA en la sintomatología del trastorno por consumo de alcohol (TCA) en humanos ; un estudio realizado en 6 pacientes. (5 mujeres; edad media 43 años) que recibieron SEMA (0,25-1 mgr) para el tratamiento de la obesidad y diagnosticadas de TCA mediante el test del Alcohol Use Disorders Identification Test (AUDIT) (>8 puntos), que mejoraron de su sintomatología tras la prescripción de SEMA (caída de 4,5 puntos, p < 001), que persistió durante meses y que condicionó en éstas un consumo de alcohol de bajo riesgo.
Faltaría, por tanto, contrastar la eficacia y seguridad de la SEMA estos resultados en estos pacientes con un ensayo clínico aleatorizado (ECA), algo que al parecer está en marcha por el mismo grupo el STAR (Semaglutide Therapy for Alcohol Reduction) study de la Hardesty Family Foundation del Oklahoma State University Center for Health Sciences.
Y es que debemos tener en cuenta que éstos fármacos deben evitarse en pacientes ancianos frágiles, en ingresados, con comorbilidades avanzadas, sarcopenia, enfermedad hepática, y pancreatitis; lo que nos obliga a ser cautos con estos enfermos-
https://nida.nih.gov/sites/default/files/files/AUDIT.pdf
https://www.nhs.uk/conditions/alcohol-misuse/treatment/#:~:text=Cognitive%20behavioural%20therapy%20(CBT)%20is,'t%20relax%20without%20alcohol.%22
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