miércoles, 19 de mayo de 2021

Tiranía de las agendas 2 -réplica Ángel Ruiz Téllez


 Tiranía de las agendas 2,

Comentario de Ángel Ruiz Téllez

Hola Mateu y compañía, 

Es verdad que es mejor, para la motivación, la participación que la imposición. Esto es indiscutible.
Pero es verdad que con las kk-agendas actuales las diferencias de resultados entre profesionales no son explicables por las mismas agendas, ni por su rigidez. 

Lo que he hacer es gestionar los problemas (o Episodios de Atención) y no administrar citas. 

Las diferencias del 800% que vemos entre profesionales, en efectividad-coste, puerta con puerta, es decir, en el mismo centro, con el mismo software, con las mismas agendas, con los mismos jefes, no son achacables al azar.
Si he de gestionar problemas, y no administrar citas, elegiré cupos de más de 1700 pacientes, pues ello me asegura la reducción, precisamente de las citas, que con cupos de 800 son incontenibles.

Si he de gestionar problemas, seré implacable conmigo mismo en mi autoexigencia permanente de RESOLVER el problema de la consulta, es decir, de MATAR el problema en UNA VISITA, o en el menor de ellas, y no de abrazarme al habitual “controlar”, “atender”, “asistir”, “entretener”, fuente de una inmensidad de citas, por no cerrar ni un problema. 
Si he de gestionar problemas, seré obsesivo con el CONTROL DE SEGUNDAS (solo hay Citas PRIMERAS, las espontáneas, y el resto, que es el 80% del total de citas son SEGUNDAS), haciendo que NUNCA, NUNCA, el paciente salga DEL CENTRO SIN CITA (en el 100% de ese 80%), controlando yo, sin dejarle opción al paciente, el tiempo (citas ponderadas) y la cadencia.

En 3 meses me quedo en 20-25 visitas/día.

La diferencia entre los que GESTIONAN PROBLEMAS es que, anualmente, logran atender 7.000-9.000 Episodios/año de los 15.000 existentes por cupo medio y año, con 25 visitas de media, frente a los que alcanzan, con dificultad, los 2.500 Episodios/año, con 50 citas al día y el doble de costo. Pura INEQUIDAD e INEFICIENCIA. 

Y el paciente lo sabe o lo sufre, pues en un cupo las cosas se “cierran”, pudiendo entrar, constantemente nuevas NECESIDADES SANITARIAS EXISTENTES, previamente No atendidas, mientras que en el segundo, las cosas se “eternizan” y no cabe nada diferente a lo poco y lo mismo de siempre. El paciente de este segundo cupo es carne de “Atención Continuada”, Urgencias o seguros privados. 

Por eso afirmo que "No quiero que me impongan la agenda pero no quiero gestionarla", porque si alguien cree que UNA AGENDA te va a resolver los INCONVENIENTES DE GESTIONAR PROBLEMAS, es que o es un iluso o no conoce el oficio. 

Es verdad que nuestros Jefes y Directores, vistas sus declaraciones e iniciativas con relación a las agendas, no se alejan del estereotipo del mal profesional que comento, magnificando su incompetencia, por el principio de Peter, y que, de conocer el oficio, olvidarían el insistir sobre las VISITAS, que solo son unidades de consumo, para medir lo único que es razón y objeto de nuestro oficio, los PROBLEMAS, LOS EPISODIOS ANUALES, LAS NECESIDADES SANITARIAS EXISTENTES.

El problema es que entre tontos anda el juego, y en este, siempre gana el populismo. 

Los 6 primeros meses de la pandemia asustaron al respetable y la “NO-ENFERMEDAD” desapareció, y el profesional y la población comprendieron que el alejamiento de los centros, que las consultas telefónicas, eran un aliado útil, que marcaron las diferencias en el mundo entre los países con soporte tecnológico (redes de fibra, internet 3G, 4G..) y los que no. 

Sin embargo, pasado el susto, recuperada cierta confianza en la movilidad y relación (comenzamos a comprar, ir al cine, al teatro, comer en los bares…) comenzó a verse NO PERTINENTE, LA IMPOSICIÓN de la cita telefónica para todo, lo indicado y lo inadmisible. Y comenzó la casuística, y comenzaron las manifestaciones de vecinos reclamando citas presenciales, y comenzaron las redes sociales a airear casos desgraciados de mala praxis telefónica y ¿Qué pasó?, pues que, ante esas gravísimas señales de alarma, una importante masa de profesionales NO CAMBIÓ inmediatamente a la CONSULTA PRESENCIAL, recuperando esa normalidad que todo el mundo percibía en la calle. 

Y se impuso el resentimiento del “Si puedo entrar en un bar, ¿cómo es posible que NO pueda entrar en el centro de salud?”. “Ya me vas debiendo 20 citas presenciales, chaval, chavala”. 

Oh, peligro profesional. Amenaza erróneamente desestimada. 

Y como decía en el anterior comentario, el dueño del tablero del parchís, dijo, “¡Hasta aquí hemos llegado!, ¡Ábranse las “barreras de seguridad de dos fichas profesionales” del parchis. Ya se pueden saltar y comer!”, y el respetable aplaudió la faena, con el morlaco profesional sangrante y arrastrado por las mulillas.
En otras palabras. Si quiero GESTIONAR PROBLEMAS no me he de esconder tras una KK-agenda, como excusa de mi desinterés por ello. 
Y si seguimos sin reaccionar. La KK no será la agenda, será la profesión. 

Saludos y abrazos 

ART
Ángel Ruiz Téllez
Director 

+34 637 53 23 59
angelruiztellez@cymap.es
Twitter: @artcymap 

CYMAP SL 

(Concepto y Metodología en Atención Primaria)  Barcelona

jueves, 13 de mayo de 2021

La tiranía de las agendas


 La tiranía de las agendas

La semana que viene se hace el cambio de las agendas telefónicas instituidas a raíz de la epidemia de la COVID-19  a las comúnmente denominadas como “presenciales”, se cambian unas por otras y se añaden huecos para estar toda la mañana en este quehacer. Se rompe con la distribución  hasta hace algunos años normativa de 4 horas de consulta, y el resto para domicilios, sesiones clínicas, organizativas...todo con el fin de dar respuesta a una supuesta realidad; la del paciente quejoso que no puede acceder a su médico y que  demanda con insistencia la visita “cara a cara” en el Centro de Salud (CS). 

Se entiende que no existen domicilios, o de haberlos son residuales y por tanto se harán entre las 14-15 horas, entendiendo la administración sanitaria (AS) que con esta agenda impuesta y centralizada no existirán demoras que fagociten o resten tiempo a este tramo horario y que al final el galeno haga sus visitas domiciliares fuera del horario laboral.

La COVID-19 se ha llevado por delante muchas cosas, entre ellas  la autonomía de gestión de los CS y ha creado malos vicios a la AS, tal es el caso de inmiscuirse en la organización de los CS y obligar a utilizar agendas únicas. Este afán controlador se ha asentado y va a obligar a los médicos del primer nivel a reaccionar intentando sobrevivir, adaptarse a las mismas,  trapichear con el fin de adaptar la estética de estas a la realidad de la gestión de su propia demanda asistencial. 

Y es que es una pena, sobre todo para  los que creemos en las “agendas flexibles” (término acuñado por Ángel Ruiz Téllez) y en la gestión de la consulta como una manera de controlar la demanda asistencial y dar a cada uno según las necesidades sanitarias que precisa.

Y es  que desde hace algunos años tenemos que lidiar con la rigidez de unas agendas (número de visitas sobrepasado y tiempo por paciente dedicado insuficiente) y sobre todo por una AS que no respeta la gestión que hace el médico de AP de éstas, pues los huecos generados por el manejo eficaz de la demanda del médico de AP se utiliza a modo de rebosadero para aquellos pacientes de otros médicos que en ese momento o se encuentran ausentes (liberados sindicales, incapacitados, en vacaciones...) y que sistemáticamente no son sustituidos, o por aquellos pacientes que acuden por motivos supuestamente “no demorables” y exigen ser asistidos.

 Esta situación desmotiva al médico de AP en la organización de su consulta, en la gestión de las citas, promoviendo al final una demanda asistencial asilvestrada que retroalimenta  las listas de espera y es causa de ruptura en la hipotética longitudinalidad de la atención. Rompe el derecho del médico y del paciente a mantener el contacto en todo el proceso asistencial, cualidad ésta que sería el objetivo principal (prevención cuaternaria) de nuestra labor en la AP. 

La ruptura de la longitudinalidad, nos posiciona en un lugar de tránsito, en de ser solo un peldaño en el sistema sanitario, que nos lleva, sin quererlo, a la inhibición y a la insatisfacción tanto del médico como del paciente. Y es que se trata de un círculo difícil de romper. 

Seguí Díaz M. Propuestas prácticas para mejorar la organización de la consulta. Cuadernos de Gestión 2002;8:115-32.



La vista presencial vuelve. ¿Dónde queda la telemedicina?

El siguiente paso era la consulta por “video llamada”, más resolutiva en principio,  pues al margen de  lo transmitido por la voz se encuentra acompañada por la presencia visual del paciente…pero esto no se ha hecho.
Se han publicado todo tipo de artículos sobre cómo abordar la consulta por  este medio y sobre todo se ha planteado a la visita telemática como una situación posible  e incluso deseable para algunos pacientes.


La vista presencial vuelve. ¿Dónde queda  la telemedicina?. Es Diari MENORCA 14-05-2021: 33


Los sustitutivos de la sal alimentaria y la hipertensión

  Los sustitutivos de la sal alimentaria y la hipertensión La restricción en el consumo de la sal como suplemento alimentario en el tratamie...