martes, 23 de junio de 2020

La inmunidad contra el COVID-19 no aguanta con el tiempo


La inmunidad contra el COVID-19 no aguanta con el tiempo


En un post de mi blog hermano Qui pro quo planteaba el tema de la incertidumbre de la respuesta inmunitaria tras la infección por el SARS-CoV-2  (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2)  (en adelante COVID-19) en base a los datos proveniente de varios artículos publicados en revistas científicas. En este señalaba como en los virus hermanos de nuestro COVID-19, como el el  SARS-CoV-1, las concentraciones de los anticuerpos  IgG aguantaron entre 4-5 meses hasta que empezaron a reducirse lentamente durante 2-3 años. Y los anticuerpos neutralizantes (Nabs), los verdaderamente importantes, del MERSCoV (el virus del Middle East respiratory syndrome) persistieron  más de 34 meses tras la curación de los pacientes.
A su vez comentaba como la detección del IgG Nabs para el COVID-19 no significaba en el momento que se escribieron los artículos que representaran una inmunidad permanente.  Por tanto se desconoce si es posible reinfectarse con el mismo virus.
Abundando en este tema acabo de leer una carta clínica publicada en la revista Journal Nature Medicine que  nos tira un jarro de agua fría a aquellos que confiábamos en la inmunidad de grupo, o sea aquellos que confiábamos que el hecho de pasar la enfermedad significaba que quedábamos inmunizados para siempre.  Al parecer la inmunidad alcanzada no se mantiene más allá de unos pocos meses, y más si la infección se produjo sin síntomas. 
Es un estudio pequeño pero revelador, realizado en  Wanzhou un distrito de China sobre una muestra de 37 personas que fueron infectadas con el coronavirus y que tuvieron síntomas y otras 37 personas infectadas sin haber presentado ninguna clínica.  Todas ellas tuvieron el RT–PCR (reverse transcriptase polymerase chain reaction)  positivo en algún momento. A las 8 semanas de la recuperación de la infección los niveles de anticuerpos quedaron indetectables en el 40% de los pacientes sin síntomas y en el 13% de aquellos con síntomas. La reducción de anticuerpos detectables fue abrupta tras las 8 semanas con una caída media de un 71% en el grupo de individuos asintomáticos y del 76% de aquellos que tuvieron síntomas. 
Y es que la repuesta inmunitaria en pacientes que han pasado la infección de manera asintomática no queda aún clara, y los primeros indicios es que no garantiza inmunidad de por vida.
Los niveles de IgG de los individuos del grupo asintomático fueron significativamente más bajos que los del grupo sintomático en la fase aguda. El 40% de los individuos asintomáticos se volvieron seronegativos y el 12,9% del grupo de los sintomáticos sus IgG se negativizaron en la fase de covalecencia precoz.
Este hecho tira por tierra la pretensión de realizar documentos tipo “pasaporte inmunitario” que garantizara que el poseedor del mismo no puede contagiarse ni ser portador o poder contagiar a otras personas.  Y que el individuo asintomático tiene una respuesta inmune más débil que aquellos que la padecen con síntomas.

Quan-Xin Long, Xiao-Jun Tang, Qiu-Lin Shi, Qin Li, Hai-Jun Deng, Jun Yuan, Jie-Li Hu, Wei Xu, Yong Zhang, Fa-Jin Lv, Kun Su, Fan Zhang, Jiang Gong, Bo Wu, Xia-Mao Liu, Jin-Jing Li, Jing-Fu Qiu, Juan Chen & Ai-Long Huang Clinical and immunological assessment of asymptomatic SARS-CoV-2 infections. Letter- Published: 18 June 2020

Ralph Ellis. COVID-19 Antibodies Can Disappear After. 2-3 Months, Study Shows
Medscape June 19, 2020

Kirkcaldy RD, King BA, Brooks JT.COVID-19 and Postinfection Immunity: Limited Evidence, Many Remaining Questions. JAMA. 2020 May 11. doi: 10.1001/jama.2020.7869. [Epub ahead of print]

Matthew P Cheng , Jesse Papenburg , Michaël Desjardins , Sanjat Kanjilal , Caroline Quach , Michael Libman , Sabine Dittrich , Cedric P Yansouni.  Diagnostic Testing for Severe Acute Respiratory Syndrome-Related Coronavirus-2: A Narrative Review. Ann Intern Med. 2020 Apr 13. doi: 10.7326/M20-1301. Online ahead of print.

Nandini Sethuraman , Sundararaj Stanleyraj Jeremiah , Akihide Ryo. Interpreting Diagnostic Tests for SARS-CoV-2. JAMA . 2020 May 6. doi: 10.1001/jama.2020.8259. Online ahead of print.

viernes, 19 de junio de 2020

La progresiva caída en desgracia de la hidroxicloroquina en el tratamiento del COVID-19



La progresiva caída en desgracia de la hidroxicloroquina en el tratamiento del COVID-19


Hace un par de días leímos en la prensa general y en la médica (medscape) de que la Food Drug Administration (FDA) americana retiró desde el 15 de junio la indicación que había puesto el 28 de marzo, para la utilización de la  hidroxicloroquina (HCQ) en el tratamiento de la infección por COVID-19 en medio hospitalario en situaciones de emergencia. Entienden que del análisis de los datos hasta el momento se infiere que tanto la cloroquina como la hidroxicloroquina tiene una probabilidad baja de ser efectivas en el tratamiento de COVID-19, que los riesgos de efectos adversos superan los beneficios,  al tiempo que podrían tener interacciones con otros fármacos antivíricos como el remdesivir, limitando su eficacia contra el virus:
Este culebrón lo vamos siguiendo en este blog y en el blog hermano Qui proq uo  desde que 
los resultados de un  pequeño estudio francés de Gautret P et publicado en el Int J Antimicrob Agents el 20 de marzo (al inicio de la epidemia), y de dudosa calidad,  tuviera  un  gran impacto a nivel de los medios de comunicación. La generalización de este tratamiento llevó a tener contestación en otros estudios (Mehra et al, publicado en Lancet) sobre la seguridad de estas moléculas que obligaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a recomendar la suspensión temporal de los estudios que sobre estos fármacos en la infección por COVID-19, como media temporal, habida cuenta el riesgo potencial de arritmias. La réplica de gran cantidad de médicos implicados en estudios al respecto llevó a la revista a la revisión de los datos y por ende a la OMS, tras la retirada del mismo, a rectificar, al encontrarse defectos en la información utilizada para llegar a los resultados.
El siguiente capítulo de este affaire es la suspensión de la recomendación en la utilización de este fármaco a partir del 15 de junio la recomendación del mismo en el tratamiento de la infección por COVID-19 en situación de emergencia. La suspensión de la utilización de dichas sustancias fuera del hospital ya se había realizado el 24 de abril, por el mismo motivo del riesgo de arritmias.
Con todo, habrá que ver si siguen su curso los ensayos clínicos que intentan evaluar el beneficio potencial de las mismas, antes de sentenciar que este culebrón haya finalizado.

Damian McNamara. FDA Revokes Emergency Use of Hydroxychloroquine. Medscape  June 15, 2020

Retraction—Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis. Mandeep R Mehra Frank Ruschitzka Amit N Patel. Published:The Lancet-June 05, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31324-6


viernes, 12 de junio de 2020

¿Provocará un repunte de la epidemia por COVD-19 las últimas manifestaciones?


¿Provocará un repunte de la epidemia por COVD-19 las últimas manifestaciones?

En un artículo que se publicó ayer en el diario MENORCA me hacía eco de una serie de supuestos sobre los contagios que podrían producirse con las recientes manifestaciones en Estados Unidos y por extensión en otros países. A su vez lo relacionaba con lo que ocurrió en España el 8 de marzo. La diferencia fundamental entre una situación y al otra ha sido, que en este momento existe mayor conciencia de la gravedad de la infección por el tiempo transcurrido  y de que podemos evitar el contagio guardando algo las distancias y utilizando mascarillas y guantes. 
Con todo, sorprende el comportamiento de ciertos países que permiten que se puedan manifestarse la población en una situación epidémica, pues al margen de la libertad personal de asumir riesgos y padecer enfermedades por una cuestión de libre albedrío, que distingue países de corte más liberal (por ejemplo, llevar casco en la conducción de motocicletas, o cinturón de seguridad en los coches, o ingerir ciertas sustancias...); de otros más socialdemócratas en los que el estado vela por el bienestar individual de la persona independientemente de la voluntad a de éste;  una situación epidémica no solo afecta al individuos que se expone si no a todos los de alguna manera están o estarán en contacto con el, de ahí que cuanto menos sorprenda su tolerancia.
Sea como fuere, estas manifestaciones, tenían el antecedente del conocimiento previo y de los recursos, por ello los resultados previsiblemente no serían los mismos. 
Por este motivo se estaba pendiente de cúal podía ser la repercusión a nivel poblacional de estos comportamientos callejeros en un país como EEUU (325 millones de habitantes)  que partiendo de 2,000,000 casos de pacientes infectados de COVID-19 y más de 112.000 fallecidos, en donde se están reduciendo los contagios y fallecimientos en  24 estados y  en 7  se ha estabilizado,  exista un repunte en el número de caso de infección por COVID-19 en 19 estados, y en nueve de éstos  un incremento en las hospitalizaciones por esta causa, lo que ha activado planes de emergencia de cada uno de ellos y lo que obliga a adaptar las actividades hospitalarias en previsión de un aumento del número de casos. Estos casos, apuntan podrían deberse al comportamiento de la población en el fin de semana del Memorial Day  y a los asistentes a las manifestaciones de contra la brutalidad policial y el racismo. En este sentido, leemos, que se ha instado a los que asistieron a estos actos hacerse el test diagnóstico.
Ya veremos, pero a primera vista muchos comentan que la repercusión es poca por movilización vista a nivel mediático.

Carolyn Crist.  19 States Report Increase in COVID-19 Cases. Medscape. June 10, 2020




Seguí Díaz M. Sobre el riesgo marginal de contagio de la COVID-19 en las manifestaciones.  Es Diari MENORCA. 11-06-2020: 22  https://www.menorca.info/


miércoles, 10 de junio de 2020

Se retira el estudio que instó a pronunciarse a la OMS


Se retira el estudio que instó a pronunciarse a la OMS

Realmente en este mundo médico y más en una situación de estrés sanitario en donde existe un afán por descubrir terapias afectivas contra el coronavirus COVID-19, no hay nada seguro. Hace poco hice un post en el que planteaba el adagio latino del  “primum non nocere”, o primero no perjudicar,   con la que justificar la decisión de la  OMS para recomendar el cese temporal de todos aquellos estudios que con la hidroxicloroquina sola o añadida a macrólidos (azitromicina, claritromicina), en el tratamiento de la infección por COVID-19 se estaban realizando, habida cuenta el riesgo de arritmias cardíacas en los pacientes que los utilizaban (puede consultarse en el blog hermano Qui pro quo).
Comentamos como los estudios observacionales están siempre sujetos a muchos sesgos, de selección de los pacientes que se analizan, como de factores que pueden confundir los resultados (características de los mismos) por lo que hemos de tomar las conclusiones muchas veces con grandes reservas.
El estudio en cuestión que llevó a la OMS a tal decisión era el de  Mehra et al, un estudio importante publicado en Lancet, realizado en diversos lugares del mundo (671 hospitales).
Tras esta publicación y decisión de la OMS,  recogíamos la noticia por la  que se advertía de que 120 médicos y estadísticos dudaban de los resultados del mismo e instaban  a la revisión de los datos y a partir de estos que el estudio fuera corregido o suprimido de la publicación. 
Ahora leemos como el estudio sobre el que la OMS tenía tantas esperanzas ha sido retirado tras la verificación del mismo por revisores independientes. Estos, al parecer, han dudado de la integridad de la información (del origen de la misma, que la información no es completa, y de la confidencialidad de la misma) facilitada por la empresa encargada de proveer los datos (Surgisphere Corporation)  a los efectos de poder replicar los resultados.
Sorprendentemente en el mismo tiempo otro estudio del mismo autor principal (Mehra MR), o  al menos coincidente en el nombre, también publicado en una revista de prestigio el NEJM, ha sido retirado,  y de que también comentamos, en este caso en el blog de la redGDPS, sobre el antecedente de  enfermedad cardiovascular (ECV) previa y el riesgo de muerte por COVID-19 y por el que concluía que la utilización de unos fármacos antihipertensivos los  inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA) o los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARAII) en los pacientes con hipertensión arterial (HTA)  no generaban mayor riesgo en pacientes con el COVID-19. En fín que no paramos en sorpresas.

Retraction—Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis. Mandeep R Mehra Frank Ruschitzka Amit N Patel. Published:The Lancet-June 05, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31324-6

Retraction: Cardiovascular Disease, Drug Therapy, and Mortality in Covid-19. N Engl J Med. DOI: 10.1056/NEJMoa2007621.

Mandeep R Mehra, Sapan S Desai, Frank Ruschitzka, Amit N Patel  Hydroxychloroquine or chloroquine with or without a macrolide for treatment of COVID-19: a multinational registry analysis Published: May 22, 2020 DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)31180-6

Mehra MR, Desai SS, Kuy S, Henry TD, Patel AN. Retraction: Cardiovascular Disease, Drug Therapy, and Mortality in Covid-19. N Engl J Med. DOI: 10.1056/NEJMoa2007621. 
N Engl J Med. 2020 Jun 4:NEJMc2021225. doi: 10.1056/NEJMc2021225. Online ahead of print.

Ryan Syrek, MA. COVID-19 Update: NEJM, Lancet Studies Retracted; A Look at One Key Author
Medscape June 04, 2020

viernes, 5 de junio de 2020

Un chivato: las muertes por cualquier causa


Un chivato: las muertes por cualquier causa
El objetivo último de esta crisis sanitaria ha sido reducir el número de fallecimientos. De contagios al inicio, pero viendo las bajas tasas de seroprevalencia que harán que no se salga del peligro hasta que tengamos una vacuna, ya no tienen éstas tanta importancia. Es difícil nadar y guardar la ropa, pretender que nadie se contagie y a la vez pesar que las cifras de seroprevalencia (lo que verdaderamente nos puede proteger) se incrementen. Por tanto, lo importante son las cifras de fallecidos.  Y los muertos en general han subido en esta época, como comenté en un artículo en el diario de Menorca (reproducido en mi blog Qui pro quo) sin embargo, lo sorprendente es que si las muertes por cualquier causa se han disparado, según el sistema de vigilancia del  Instituto Carlos III (Vigilancia de los excesos de mortalidad por todas las causas. MoMo Situación a 28 de mayo de 2020),  por encima de lo previsible con respecto a años pasados en este período, no todas se han certificado como debidas al virus.
Así han habido un exceso de muertes por cualquier causa entre el 13 de marzo al 22 de mayo de 2020  por todas las causas a nivel nacional de un 55% (43.000 fallecimientos de más) . Es decir 15.873 fallecimientos, que sensu stricto no son certificadas debidas al COVID-19, pero cuando más lo analizamos, y viendo el revuelo generado, más pensamos que son debidas a virus de marras.
Y es que la mortalidad por cualquier causa es un chivato que no miente. De algo se han muerto nuestros pacientes y si no son por el virus son por otra cosa, sea por mala función del sistema, una deficiente notificación (interesada o no, se apunta por aquí) o muertes colaterales debidas a la esta situación de estrés unida a una deficiente asistencia sanitaria para el resto de patologías que no fueran las relacionadas con el virus.
Realmente si los datos se calcularan sobre el total de muertes estaríamos bastante peor de lo mal que hemos llegado a estar con respecto a otros países; ahora bien, si no los tenemos en cuenta, alguien interesado pensará que hemos salvado los muebles, cuando no es así. Las muertes de más, siempre estarán ahí para tristeza de algunos y vergüenza de otros.

Vigilancia de los excesos de mortalidad por todas las causas. MoMo. Situación a 26 de mayo de 2020
https://www.isciii.es/QueHacemos/Servicios/VigilanciaSaludPublicaRENAVE/EnfermedadesTransmisibles/MoMo/Documents/informesMoMo2020/MoMo_Situacion%20a%2026%20de%20mayo_CNE.pdf

martes, 2 de junio de 2020

Los genes y la infección por COVID-19


Los genes y la infección por COVID-19

De vez en cuando se vierten noticias en los medios de comunicación que nos inquietan. Y nos inquietan por que salen de la regla general, que en este caso es que el 90% de los que fallecen tiene más de 60 años y un porcentaje parecido tiene algún factor de riesgo cardiovascular (sea diabetes, hipertensión, eventos previos...). Asi a veces leemos que hay jóvenes o personas mayores con buen estado de salud (incluso un corredor de marahon, leía) que se infectan y fallecen.
Por otro lado, sabemos que existen aquellos que aún en contacto con paciente comprobados que presentaban infección por COVID-19 no se contagian, o sea serían resistentes a la infección. Pero es que esta situación también se había comprobado como el SIDA u otras enfermedades infecciosas. En sentido contrario, existen pacientes, como por ejemplo los que tiene diabetes, que compartirían receptores en la células y el virus COVID-19 que permitiría a este entrar y con ello infectar; es decir serían contagiosos.
Y es que el tema de la predisposición a contagiarse o a empeorar, además de estar mediado por factores adquiridos con el tiempo (enfermedades cardiovasculares...), está escrito en los genes, según vamos leyendo.
Así se comentan que el sistema HLA (antígeno leucocitario humano) o de histocompatibilidad una serie de moléculas relacionadas con el reconocimiento celular que sirven para distinguir lo corresponde al propio cuerpo o es un agente extraño, y que se utiliza en el diagnostico de ciertas enfermedades o en el trasplante de tejidos, podría estar relacionado con estas diferencias entre personas y su resistencia al coronavirus. 
Genes como del receptor TMPRSS2 podría estar relacionado con la facilidad que tiene  el virus para entrar en las célusas, y su cantidad es variable según las personas. 
O del  ACE2, o del DPP-4 podrían estar relacionados con la respuesta inflamatoria principal responsable del empeoramiento y fallecimiento de los pacientes.
Con esto quiero decir que nuestra predisposición genética está implicada en nuestra mayor o menor susceptibilidad a contagiarnos o a tener un curso de la enfermedad determinando.
 Tema este, muy interesante, que empieza a estudiarse, como comenta el artículo que os referencio en medscape.


Sonya Collins. How Do Genes Affect How Severe COVID-19 Will Be?. Medscape  May 12, 2020 



¿Qué fármaco en asociación con la insulina mejora la retinopatia diabética?

 ¿Qué fármaco en asociación con la insulina mejora la retinopatia diabética? Un tema que me gusta es el de la retinopatía diabética (RD) dad...