martes, 22 de agosto de 2023

Los neurofilamentos, una esperanza en la ELA


 Los neurofilamentos, una esperanza en la ELA

Tras publicar el anterior artículo sobre “Los omega -3 en la prevención de la demencia y en el tratamiento de la ELA” en el blog Qui pro quo (previo en Es Diari. 14-07-2023: 31) y con ello hablar del tratamiento y de la situación actual de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa poco frecuente, aunque en ascenso, con una supervivencia que no suele ir más allá de 3 o 5 años,  y sin cura. Y, por el hecho de presentarse en edades medias de la vida, tener una evolución variable pero que incapacita al enfermo al afectar  exclusivamente a las neuronas motoras y con ello producir la parálisis de las extremidades, de los músculos craneales, afectando a la deglución, al habla e incluso a la respiración (la parálisis de los músculos respiratorios condiciona su supervivencia) y sin tratamiento efectivo, es por lo que me ha parecido interesante comentar sobre aquellos recursos que pueden mejorar el diagnostico y el seguimiento de esta enfermedad; hoy hablaremos de  los “posibles” biomarcadores de la enfermedad.

Comentamos en escritos previos como su diagnóstico inicial se basa en la clínica y en descartar otras enfermedades y  que su sintomatología  inicial es inespecífica con pérdida de fuerza muscular, con cansancio precoz, lentitud de movimientos, .., lo que hace que su diagnostico se demore a veces más allá de un año. Y, el hecho de no tener cura y de que hayan pocos medicamentos, ninguno completamente efectivo, sea importante contar con sistemas con los que valorar el riesgo de presentar ELA, de  diagnosticar precozmente, de seguir su evolución, de conocer su pronóstico y de evaluar la acción, la efectividad de los fármacos disponibles (marcador fármacodinámico) hasta el momento. 

miércoles, 2 de agosto de 2023

Las infiltraciones con corticoides frente a las férulas nocturnas en el síndrome del túnel carpiano


 Las infiltraciones con corticoides frente a las férulas nocturnas en el síndrome del túnel carpiano

En diciembre pasado hablamos de la infiltración en el síndrome del túnel carpiano (STC) sin la utilización de corticosteroides, la llamada “hidrodisección”, a partir de una comunicación de Bose et al a la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA) y le hicimos una introducción en base a un estudio anterior  a partir de un estudio de  Coombes BK et al sobre la infiltración con corticosteroides en el codo del tenista.

En el primero se comparó una  inyección de solución salina guiada por ecografía (la denominan “hidrodisección”, separación de los tejidos mediante el suero salino) frente a una inyección mezcla de suero salino y corticosteroides también guiada por ultrasonidos (también hidrodisección) o una  inyección de corticosteroides guiada por ultrasonido sin practicar hidrodisección, teniendo todas ellas a las 4  semanas una reducción del dolor en el STC. Sin embargo, comentamos como los resultados fueron distintos a partir de las 12 semanas y hasta los 6 meses; siendo  superior la técnica de hidrodisección guiada por ultrasonidos frente a la  infiltración ecoguiada con corticosteroides en la que recurrieron los síntomas. 

¿Qué fármaco en asociación con la insulina mejora la retinopatia diabética?

 ¿Qué fármaco en asociación con la insulina mejora la retinopatia diabética? Un tema que me gusta es el de la retinopatía diabética (RD) dad...