Tiranía de las agendas 2,
Comentario de Ángel Ruiz Téllez
Hola Mateu y compañía,
Es verdad que es mejor, para la motivación, la participación que la imposición. Esto es indiscutible.
Pero es verdad que con las kk-agendas actuales las diferencias de resultados entre profesionales no son explicables por las mismas agendas, ni por su rigidez.
Lo que he hacer es gestionar los problemas (o Episodios de Atención) y no administrar citas.
Las diferencias del 800% que vemos entre profesionales, en efectividad-coste, puerta con puerta, es decir, en el mismo centro, con el mismo software, con las mismas agendas, con los mismos jefes, no son achacables al azar.
Si he de gestionar problemas, y no administrar citas, elegiré cupos de más de 1700 pacientes, pues ello me asegura la reducción, precisamente de las citas, que con cupos de 800 son incontenibles.
Si he de gestionar problemas, seré implacable conmigo mismo en mi autoexigencia permanente de RESOLVER el problema de la consulta, es decir, de MATAR el problema en UNA VISITA, o en el menor de ellas, y no de abrazarme al habitual “controlar”, “atender”, “asistir”, “entretener”, fuente de una inmensidad de citas, por no cerrar ni un problema.
Si he de gestionar problemas, seré obsesivo con el CONTROL DE SEGUNDAS (solo hay Citas PRIMERAS, las espontáneas, y el resto, que es el 80% del total de citas son SEGUNDAS), haciendo que NUNCA, NUNCA, el paciente salga DEL CENTRO SIN CITA (en el 100% de ese 80%), controlando yo, sin dejarle opción al paciente, el tiempo (citas ponderadas) y la cadencia.
En 3 meses me quedo en 20-25 visitas/día.
La diferencia entre los que GESTIONAN PROBLEMAS es que, anualmente, logran atender 7.000-9.000 Episodios/año de los 15.000 existentes por cupo medio y año, con 25 visitas de media, frente a los que alcanzan, con dificultad, los 2.500 Episodios/año, con 50 citas al día y el doble de costo. Pura INEQUIDAD e INEFICIENCIA.
Y el paciente lo sabe o lo sufre, pues en un cupo las cosas se “cierran”, pudiendo entrar, constantemente nuevas NECESIDADES SANITARIAS EXISTENTES, previamente No atendidas, mientras que en el segundo, las cosas se “eternizan” y no cabe nada diferente a lo poco y lo mismo de siempre. El paciente de este segundo cupo es carne de “Atención Continuada”, Urgencias o seguros privados.
Por eso afirmo que "No quiero que me impongan la agenda pero no quiero gestionarla", porque si alguien cree que UNA AGENDA te va a resolver los INCONVENIENTES DE GESTIONAR PROBLEMAS, es que o es un iluso o no conoce el oficio.
Es verdad que nuestros Jefes y Directores, vistas sus declaraciones e iniciativas con relación a las agendas, no se alejan del estereotipo del mal profesional que comento, magnificando su incompetencia, por el principio de Peter, y que, de conocer el oficio, olvidarían el insistir sobre las VISITAS, que solo son unidades de consumo, para medir lo único que es razón y objeto de nuestro oficio, los PROBLEMAS, LOS EPISODIOS ANUALES, LAS NECESIDADES SANITARIAS EXISTENTES.
El problema es que entre tontos anda el juego, y en este, siempre gana el populismo.
Los 6 primeros meses de la pandemia asustaron al respetable y la “NO-ENFERMEDAD” desapareció, y el profesional y la población comprendieron que el alejamiento de los centros, que las consultas telefónicas, eran un aliado útil, que marcaron las diferencias en el mundo entre los países con soporte tecnológico (redes de fibra, internet 3G, 4G..) y los que no.
Sin embargo, pasado el susto, recuperada cierta confianza en la movilidad y relación (comenzamos a comprar, ir al cine, al teatro, comer en los bares…) comenzó a verse NO PERTINENTE, LA IMPOSICIÓN de la cita telefónica para todo, lo indicado y lo inadmisible. Y comenzó la casuística, y comenzaron las manifestaciones de vecinos reclamando citas presenciales, y comenzaron las redes sociales a airear casos desgraciados de mala praxis telefónica y ¿Qué pasó?, pues que, ante esas gravísimas señales de alarma, una importante masa de profesionales NO CAMBIÓ inmediatamente a la CONSULTA PRESENCIAL, recuperando esa normalidad que todo el mundo percibía en la calle.
Y se impuso el resentimiento del “Si puedo entrar en un bar, ¿cómo es posible que NO pueda entrar en el centro de salud?”. “Ya me vas debiendo 20 citas presenciales, chaval, chavala”.
Oh, peligro profesional. Amenaza erróneamente desestimada.
Y como decía en el anterior comentario, el dueño del tablero del parchís, dijo, “¡Hasta aquí hemos llegado!, ¡Ábranse las “barreras de seguridad de dos fichas profesionales” del parchis. Ya se pueden saltar y comer!”, y el respetable aplaudió la faena, con el morlaco profesional sangrante y arrastrado por las mulillas.
En otras palabras. Si quiero GESTIONAR PROBLEMAS no me he de esconder tras una KK-agenda, como excusa de mi desinterés por ello.
Y si seguimos sin reaccionar. La KK no será la agenda, será la profesión.
Saludos y abrazos
ART
Ángel Ruiz Téllez
Director
+34 637 53 23 59
angelruiztellez@cymap.es
Twitter: @artcymap
CYMAP SL
(Concepto y Metodología en Atención Primaria) Barcelona
Hola Angel,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Gestionar problemas en vez de citas.
Sin embargo, para ello debes tener agendas flexibles y tu citar todo lo citable tal como indicas,
y ser dueño de tu agenda, algo que en los actuales CS no es fácil.
Personalmente lo practico, pero mi CS no es ejemplo de la generalidad que de los médicos
funcionan con "balones fuera y sálvese quien pueda.
No se gestiona problemas si no demanda asilvestrada, y en este momento aún más.
Con todo, un marco mínimo se debería garantizar al paciente.
En mi opinión el médico debería gestionar su demanda de manera que con ella de respuesta a las necesidades
de su población y a la vez le permita el incentivo de conseguir espacio y tiempo para poder
ofertar otras atenciones sean, ecografias, cirugía menor...un proyectos de otro tipo
El actual sistema obliga a que todo el sistema funcione al 100% (algo ideal), para que las iniciativas particulares puedan llevarse a efecto y esto desmotiva y quema...
un placer leerte
un saludo
mateu seguí díaz
Sí, Mateu, es increíble decir esto, pero 3 horas/día de consulta presencial, de 7,5horas de contrato, sin posibilidad de incluir citas administrativas o telefónicas en ese hueco, debería ser la elección espontánea y mínima de todo profesional que aprecie a sus pacientes y la profesión.
ResponderEliminarDigo que es increíble porque hace solo unos meses, llevábamos 35 años escuchando que no podíamos parar la demanda con menos de 5 horas al día.
La consulta telefónica, CONSULTA, que no VISITA TELEFÓNICA (¿?¿?¿?¿?), era un bien escaso que nos resistíamos a implementar antes de la pandemia. Con ella se instauró como casi única opción de "VISITA" y la vimos útil en su momento, pero se cancerificó y se convirtió en el sucedáneo de la VISITA, llamándola VISITA TELEFÓNICA, con duraciones de 10 min, 15 min o más.
¿Se puede ver un oído por teléfono, un dolor de tripas y una tendinitis, una migraña, una lumbalgia?
La Cita telefónica es muy útil SOLO PARA COMUNICACIÓN, no para VISITA. Comunicación de un resultado, una duda, una recomendación... . Y si va a durar más de 5 min, ¿qué hacemos que NO citamos al paciente en la consulta, si vamos a estar esos 5 o 10 min en la consulta sentados?
Cada día que pase sin hacer eso, más desprestigio se va a ganar la Primaria, más rencor poblacional y menos simpatía por la misma y su supervivencia.
Todo aquel que sigue empecinado en ese vil comportamiento cava una palada más honda del hoyo que enterrará a la Primaria. No te sientas víctima, eres el verdugo.
Despierta y sacúdete la abulia.
ART