La Dirección de Atención Primaria: de un ente facilitador a un organismo controlador
Nuestro Sistema de Atención Primaria (SAP) se fundamenta en los llamados equipos de atención primaria (EAP) en los que diversos profesionales dan asistencia sanitaria a una población determinada. Nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), y sobre todo nuestro SAP, extremadamente planificado (no en vano fue una concepción socialista), permitió garantizar la accesibilidad y la equidad de la atención sanitaria en toda la geografía española.
Sin embargo, los EAP, de provisión pública y de organización funcionarial, empezaron a dar señales de agotamiento a los pocos años de haber sido concebidos a lo que se respondió con una idea, que no novedosa, pero que garantizaba los principios de los EAP a la vez que aumentaba la implicación, la responsabilidad de los integrantes de estos EAP y con ello su satisfacción y de la población; fue la (mal llamada) autogestión de los EAP; con ello se definieron objetivos…etc y generó un contrato-programa que había que cumplir. Aunque todo aquello persiste más mal que bien se ha ido diluyendo a la par que la organización funcionarial se incrementaba y con ello el papel de las llamadas Direcciones de Atención Primaria (DAP), como organismos supracontroladores.
La realidad es que dentro de un panorama de descontento, de sobrecarga asistencial y administrativa y sazonado con una cierta desorientación debido a la crisis de la COVID-19, se le ha venido a añadir, por impotencia de los EAP, las decisiones de alguna manera autoritarias (y muchas veces arbitrarias) de las DAP.
Decisiones políticas, en el que priman muchas veces el remedio interesado frente a una herida inexistente que con el tiempo se hace realidad. O sistemas para cuadrar las cuentas de decisiones políticas sin justificación alguna. Y es que siempre es mejor “pegar al burro” que se tiene a mano que “descargar el carro” del sistema.
Si poco quedaba de la autogestión de los EAP, esta crisis y el comportamiento interesado de la Admistracción se ha encargado de desmantelarlo.
Si éramos pocos “parió la abuela”.
*A nivel local:
Personalmente, ya pensé cuando se creó la Dirección de Atención Primaria (DAP) de Menorca en su día que ésta no tenía justificación, pero se hizo. Una dirección para 4-5 Equipos de Atención Primaria (EAP) era un despilfarro, cuando en la península cada DAP atienen a cuatro veces más centros (20-30), dejando probablemente más libertad de decisión a éstos.
Pensé que se perdía una oportunidad única que era la de que cada EAP negociara directamente con el gerente, como hace el hospital.
Pero no fue así, la DAP se hizo y es una realidad que probablemente a falta de trabajo asume competencias que deberían permanencer en los EAP como una parte de su quehacer diario, la de autoregularse (autogestión).
Y dentro de esto el capítulo de las sustituciones, un primer paso en esta escalada controladora que no hace más que tirar gasolina al fuego del descontento.
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