martes, 22 de marzo de 2022

Siguen las dudas en torno al cigarrillo electrónico


 El estado de la cuestión del cigarrillo electrónico

En diversas ocasiones hemos hablado del cigarrillo electrónico, unos sistemas electrónicos de inhalación de nicotina que se comercializaron a partir del 2004, por lo que ya llevan algunos unos años entre nosotros.

Son unos dispositivos calefactores a partir de una pequeña batería conectados a un reservorio en el que se encuentran diversas sustancias, desde la nicotina, a saborizantes, y otras sustancias químicas disueltas en un  vehículo de tipo propileneglicol/glicerina vegetal con porcentajes variables.

Los primeros comercializados no llegaban a alcanzar unos niveles de nicotina plasmática semejantes al consumo de cigarrillos, pero fue algo que se alcanzó con los de tercera generación.

Los comentarios  que hicimos años atrás sobre los cigarrillos electrónicos en el blog hermano Quiproquo fueron de una esperanza con la que ayudar a la deshabituación de la dependencia tabáquica; a, más tarde, como un riesgo para la salud relativo a este tipo de  dispositivos de consumo de nicotina y de iniciación al consumo de otras sustancias por vía inhalatoria como los derivados del tetrahidrocannabinol (THC), como el cannabis. 

Si que es cierto que no se volvió a hablar de ello desde que se detectaron  casos graves de daño pulmonar y de muertes entre pacientes con este hábito de vapear y a raíz de ciertos aditivos (acetato de la vitamina E...), como comentamos a raíz de datos del  Morbidity and Mortality Weekly Report. 2019;68(47) americano y que obligó a la Disease Control and Prevention (CDC) a dar la voz de alarma ante cualquier síntoma respiratorio agudo y a evitar la utilización de dichos dispositivos inhalatorios con el THC de fuentes no controladas, al tiempo que lo desaconsejaban en adolescentes, embarazadas y en personas que habitualmente no eran consumidores de tabaco.  En este momento, leemos que aún hoy no se tiene una idea precisa de los cambios que a nivel pulmonar y cardíaco puede producir el consumo en este tipo de artilugios.
Sin embargo, la tecnología de estos sistemas electrónicos inhalatorios y las sustancias vapeadas han ido evolucionando sin que sepamos sus efectos a corto o largo plazo  por lo que las primeras recomendaciones, tal vez seguirían siendo  válidas ahora. 

Hoy comentamos una revisión sistemática de la literatura a partir de artículos extraídos de PubMed y la Cochrane Central Register of Controlled Trials entre enero del 2012 y noviembre del 2020, sobre ensayos clínicos aleatorizados (ECA), metaanálisis y revisiones sistemáticas.

En total 384 artículos  fueron identificados, muchos estudios transversales, heterogéneos y a corto plazo, mostrando como los cigarrillos electrónicos se han utilizado sin conocer sus riesgos o su utilidad en la dependencia tabáquica, y aunque estudios recientes sugieren que dentro un contexto de deshabituación tabáquica (consejos) pudieran ser efectivos en la reducción de número de cigarrillos consumidos no ha sido así con la dependencia a la nicotina, que es lo importante;  metaanalisis ad hoc no han demostrado que se asocien con el cese del hábito tabáquico. O sea, hasta ahora, para este fin no sirven.

Estudios observacionales sobre su repercusión a nivel cardiovascular (CV) han asociado este consumo con un mayor riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) y de enfermedad pulmonar;  y en otros, que este hábito fue capaz de generar una activación simpática, rigidez vascular y disfunción endotelial, sustrato de los eventos CV (EvCV), pero, con todo, faltan datos a largo plazo.

A nivel pulmonar las espirometrias no mostraron cambios en la función pulmonar aunque sí incremento de biomarcadores de enfermedad pulmonar, apuntan.
El problema es que los estudios están realizados en adultos, cuando más de 30% del consumo se realiza en adolescentes, un colectivo sobre el que no se tienen evidencias, y de ahí la alarma del CDC y por lo que las recomendaciones de este organismo seguirían vigentes sobre todo en los jóvenes, en aquellos que no han fumado nunca y en aquellos que sin dejar el hábito tabáquico utilizan los cigarrillos electrónicos a la vez.

Con todo, las evidencias son muy limitadas y faltarían estudios más rigurosos a largo plazo.

Evan W. Neczypor; Matthew J. Mears; Arunava Ghosh; M. Flori Sassano; Richard J. Gumina; Loren E. Wold; Robert Tarran. E-Cigarettes and Cardiopulmonary Health Review for Clinicians Circulation. 2022;145(1):219-232. 

Seguí Díaz M. Los riesgos del cigarrillo electrónico. Es Diari MENORCA. 11-2019:16 https://www.menorca.info/

Megan Brooks. First Likely Vaping Death Reported in US. Medscape August 23, 2019

Troy Brown, RN. CDC Investigating Surge of Vaping-Linked Respiratory Illness. Medscape August 21, 2019

CDC: Electronic Cigarettes
https://www.cdc.gov/tobacco/basic_information/e-cigarettes/index.htm

Vaping Illness Update: FDA Warns Public to Stop Using Tetrahydrocannabinol (THC)-Containing Vaping Products and Any Vaping Products Obtained Off the Street

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