La ecografía de Atención Primaria en el escenario del COVID-19
Llevo alrededor de 8 años utilizando la ecografía en mi práctica asistencial. Primero como un servicio a mis compañeros y a mí mismo, con una pequeña agenda semanal en el Centro de Salud (CS) (trabajo en un periférico, la UBS Es Castell); y desde hace algo menos de dos años en mi propio centro (UBS) para mí mismo y algunas consultas de mis compañeros, tras una iniciativa loable de la Consellería de Sanitat de dotar de ecógrafos a todos los Equipos de Atención Primaria (EAP).
Dicho esto, los cambios en la agenda diaria a consecuencia de la COVID-19, básicamente infinitas visitas telefónicas y un día a la semana (ahora más, por falta de compañeros), éstas además de las visitas respiratorias en despacho ad hoc; ha trastocado de manera total la gestión de mi agenda asistencial (y creo que la de todos), no dejándome tiempo para una pequeña agenda para hacer ecografías; y alguna que hago, la realizo a salto de mata al final de la consulta, al final de la mañana, deprisa y corriendo (básicamente Ecos abdominales y hombros).
A esto se nos ha añadido algo que una compañera del centro me viene insistiendo machaconamente, ¿por qué no hacemos ecografía pulmonar con la que descartar, diagnosticar y seguir neumonías por COVID-19?. Y es que la verdad no le puse/ he puesto mucha emoción a un tema que una simple radiografía sin ningún riesgo por nuestra parte me soluciona el diagnóstico, en un escenario infeccioso y de sobrecarga asistencial.
Sin embargo, leí artículos y asistí a una webinar al respecto por parte de un especialista en medicina interna bregado en esta técnica, pues la practicó en el hospital de campaña de IFEMA, en Madrid, y en si mismo, pues tanto el como sus compañeros se contagiaron con el virus en cuestión (y, eso que no hacían ecos en la parte anterior del tórax, que es la más expuesta) y padecieron la susodicha neumonía.
La técnica parece fácil, los parámetros ecográficos al parecer inequívocos, sin embargo, el tiempo dedicado, la protección al respecto con limpieza el equipo tras cada paciente y el riesgo personal a contagiarse y trasmitirlo a otros enfermos; en mi opinión es un lujo, un riesgo que no nos podemos permitir.
Concluyo, que la ecografía de AP está quedando aparcada mientras no se resuelve este maremágnum asistencial, mientras nuestros gestores analizan el problema y dan soluciones nuevas, no antiguas a nuevos problemas, como es lo que están haciendo y que sufrimos en este tórrido (por calor ambiental y burnout) verano.
Unos cambios basados en la inexperiencia y el empirismo ante esta nueva situación, que creo yo, está dando no pocos problemas en los CS; a los administrativos que han de gestionar las llamadas y a los médicos que intentamos dar solución a la mayoría de éstas.
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